Del orégano llama la atención su inconfundible aroma, indispensable en la comida italiana, y sus cualidades antisépticas, que lo convierten en un verdadero enemigo de las bacterias.
El orégano es una hierba originaria del Mediterráneo. Su nombre se deriva del griego y significa gozo de la montaña, lugar donde crecía naturalmente y era consumida por las ovejas y las cabras, dándole un sabor especial a su carne. Los griegos y romanos acostumbraban adornar las cabezas de los novios con coronas de orégano porque creían que esta hierba alejaba la tristeza.
Fue traída a América por los conquistadores europeos.
Existen diversas clases de orégano, como el griego o turco, el sirio, el mexicano o el de hoja dorada. El orégano se cultiva en varios países de Asia, Europa, África del Norte, Norteamérica y Suramérica.
USO Y CONSERVACIÓN
El orégano es, junto con la albahaca, la hierba emblemática de la cocina italiana. Su sabor y aroma combinan muy bien con tomates, frijoles, calabacines, aceite de oliva, ajo, tomillo y perejil.
Escoja ramas de orégano que tengan un color verde brillante, sin zonas cafés o amarillentas.
El orégano fresco es más aromático y fuerte que el seco. El fresco se conserva en el refrigerador hasta por 3 días, mientras que el seco se mantiene en buen estado dentro de una bolsa hermética, hasta por 1 año.
Si al preparar una reserva no encuentra orégano, puede sustituirlo por mejorana ya que sus aromas son similares.
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