Existen ciruelas de todos los colores y formas que ofrecen sabor, frescura y todo tipo de beneficios para fortalecer el sistema inmunológico, favorecer la digestión y embellecer el cutis.
Existen alrededor de 2 mil variedades de ciruelas, por esto no resulta sorprendente que tengan diversos lugares de origen. Hay 3 clases principales: la europea, originaria del Mar Caspio; la japonesa, que en realidad procede de China; y la ciruela de Damasco. Las ciruelas son mencionadas en los escritos de Confucio (479 a.C.). fueron cultivadas y consumidas en Grecia, donde llegaron por medio de Alejandro El Grande.
Las ciruelas ofrecen un abanico de formas, tamaños y colores. Generalmente son redondas, pero se pueden conseguir también ovaladas o con forma de corazón. En cuanto a los colores, hay ciruelas rojas, púrpuras, violetas, verdes y amarillas. Los principales productores de ciruelas son Estados Unidos, Rusia, China y Rumania.
USO Y CONSERVACIÓN
Las ciruelas frescas, las ciruelas deshidratadas y las ciruelas pasas son deliciosas para disfrutar en cualquier momento. Combinan muy bien con alimentos dulces, aves, carne de res y carne de cerdo. También sirven para preparar pies, panes o tortas.
Evite comprar las ciruelas demasiado duras, pues no han madurado y es poco probable que desarrollen buen sabor y una textura adecuada.
Guarde las ciruelas maduras en el refrigerador, pero, antes de consumirlas, sáquelas para que tomen la temperatura del ambiente.
Si las ciruelas pasas están muy secas, déjelas remojando en agua caliente durante unos minutos. Después, si desea, úselas para preparar rellenos o adicionarlas al cereal.
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